Escala en DUBAI

Para nosotros venir a Dubai fue como revivir las escenas de la película de Disney, Aladdin. No por nada Mati se sabe de memoria la intro entera. Ni tampoco es casualidad que Vani haya hecho una coreografía con la canción del Genio, “Friend Like Me”. Pero, de todas maneras, tenemos que ser sinceros: no estaba dentro de nuestro itinerario en primer lugar…

Al principio iba a ser sólo una escala, pero luego de hablar con el primo de Mati, que fue cabin crew durante 5 años de Qatar Airways y que conoce casi a la perfección varios de los lugares de Medio y Lejano Oriente, nos convenció de abrir la escala por tres días y sumar a nuestra lista de Vani & Mati de Viaje el destino más exuberante que jamás hayamos conocido.

Edificios sorprendentes, autopistas increíbles, shopping malls gigantes, lujo, lujo y más lujo. Todo, parecería haber salido de uno de los tres deseos concedidos al frotar la lámpara mágica.

Realidades de Dubai

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La primera realidad de este destino es, si esperas que digamos que Dubai es barato, no lo es. Es accesible. Qué quiere decir esto, pues que se pueden encontrar opciones que no sean de lujo y que se acomoden a un presupuesto modesto como el nuestro. Booking.com es una gran herramienta para buscar alojamiento, porque hay muchas alternativas dependiendo del bolsillo (si buscas por aquí no te olvides de pedirnos el descuento que tenemos).

La Mezquita de Belhul. Una joya entre las calles de Bur Dubai.

En nuestro caso, elegimos en la zona de Al-Barsha el Ibis Mall of the Emirates Hotel. Básicamente porque estaba al lado de este genial shopping y a 3 minutos caminando de la estación de metro homónima. Además, porque tiene uno de los mejores desayunos que hemos tenido en nuestros viajes.

En cuanto a comer, las opciones son variadas. Comprar en los delis, tiendas de conveniencia o supermercados para ahorrar unos dirhams, puede ser una gran opción. O también en los locales de comida india o de comida rápida regional (shawarma, falafel, tabuleh, hummus, etc.). De estos los hay dentro y fuera de los shoppings. Además, están los restaurants de comida internacional y gourmet, donde los platos son más elaborados.

Una vista de Sheikh Zayed Road, la avenida/autopista principal de 5 carriles, a la altura de Dubai Marina.

La segunda realidad es que Dubai no está preparada para peatones, sino especialmente para coches. Son muy pocos los lugares en donde hay veredas y las distancias son grandes. Y como el calor es agobiante en la calle, la gente suele ir con el auto a donde sea, con el aire acondicionado a pleno.

Pero si no alquilas uno, el transporte público es muy eficiente, limpio y moderno. Sólo que no te deja en cualquier lugar de manera cómoda, sino que hay que caminar varias cuadras desde las paradas para llegar a destino. Además el taxi es barato y confiable, como alternativa.

Para visitar

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Las vistas desde el mirador del Burj Khalifa

Conclusión

Tres días bastan para vivir una experiencia digna de haberte ido de Dubai sintiendo que la conoces. Lo cierto es que esta vez dejamos de lado varias cosas. Como, por ejemplo, hacer la excursión al desierto o ir al famoso Parque de Agua de Wadi Wadi. De todas maneras, a decir verdad, teníamos pocas expectativas antes de llegar. Igualmente, nosotros vemos en Dubai un destino al que para disfrutarlo en todo su esplendor, no hay que contar con tiempo, sino con dinero.

Como nuestro personaje de fantasía, si tenemos la suerte de encontrarnos la lámpara, le pediremos al Genio que nos conceda el deseo de volver con más dinero a este fenomenal lugar.

En Jumeirah Beach, con el Burj Al Arab de fondo.